#PACIENCIA
oy, en mi rato de pensamiento libre de meditación me dio por pensar en la “CIENCIA con preposición sin serla”.
En un tiempo donde el lenguaje está sufriendo de innovación constante con significados nada asemejables al uso diario con los que dicta la RAE. O con significados que vienen de la asimilación de términos ingleses que españolizamos. Sin hablar de la transcripción a las distintas redes sociales de canciones sin vocalización de cantantes cuyo mayor merito es cambiar u omitir alguna consonante. Si, esa que unos denominan musica y otros suplicio encubierto en tortura.
Y digo “ciencia con preposición sin serla” porque estaría bien que algún estudio científico de la universidad de Wisconsin o Massachusetts analizará la PA-CIENCIA y la perdida de su significado en una sociedad actual donde priman las prisas, las carreras, el estrés y todos esos males que produce la escasez de tiempo. Parece que darse un minuto, otros lo llamarían un Kit-kat, para pensar, reflexionar, meditar y decidir es algo solo reservado a los dioses del Olimpo.
¿Es la #Paciencia un mal endémico de la sociedad actual? ¿es una rara avis?
Si paras a mirar a tu alrededor verás que todo va a la velocidad de un meteorito acercándose a destruir la tierra (tal y como pudimos ver en Armageddon con ese espléndido reparto encabezado por Bruce Willis y seguido por actores de la talla de Liv Tyler, Ben Affleck o Billy Bob Thornton entre otros). Realmente, ese meteorito, ya impactó. Anda destrozando la vida a base de un ritmo frenético y constante hasta el infinito que impide parar a meditar si, realmente esto, merece la pena.
Somos una sociedad donde la recompensa inmediata es el bien mas preciado. Conseguir aquello que queremos, lo antes posible, sin mirar las consecuencias reales de nuestros actos y por encima de lo que haga falta es valorado como un bien mayor, de clase, de estatus, de merito (aunque, en mi caso diría, demerito).
Que sale el Iphone XVI, lo quiero ya (aun a riesgo de estar pagándolo a cinco años. Eso ya es otro tema).
Todo da igual, lo quiero y lo merezco porque lo digo yo.
Estamos en un mundo donde la gran mayoría se han aprendido al dedillo todas los derechos que hemos adquirido (y deben ser respetados, faltaría mas) pero, ¿Han oído ustedes hablar de las obligaciones a estos tan exigentes? ¿a esos tan críticos?
Recompensas inmediatas que son fugaces en el tiempo como estrellas caídas del cielo. Recompensas inmediatas con disfrute instantáneo como si diluyes Nesquik en el vaso de leche.
Derechos y recompensas contra obligaciones y paciencia. Esa es la partida real de ajedrez mas difícil que las de “Gambito de dama” (Netflix - 2020)
Pues eso mismo que pasa en el ámbito laboral pasa en las relaciones personales.
Se ha convertido en una mina de despropósitos. Hemos pasado del nosotros al personalismo del yo. Yo por encima de las circunstancias, los hechos, los momentos, los caminos recorridos, los buenos recuerdos y otro millón de cosas que no perderemos el tiempo en enumerar porque nos falta ese tiempo como el aire que respiramos para ir a comprar la ultima Coca-Cola en el desierto.
Como decía en algún post anterior, predomina mas el YO que el NOSOTROS. El individualismo por el encima del pluralismo. Mirando siempre lo que marca la tendencia para seguir en la búsqueda de una satisfacción momentánea aplicando aquello tan ducho de “todos van a lo suyo menos yo que voy a lo mío”
Y es que es mas fácil, por ejemplo, cambiar de pareja como quien cambia la ropa en el probador del Zara que asumir que existen altibajos en las relaciones y que es la #PACIENCIA y el dialogo lo que ayuda sobremanera a afianzar las relaciones. La aceptación de los errores cometidos por uno mismo y por ambas partes. El enfoque de las partes en resolverlo se convirtió, hace tiempo, en una quimera.
En una de las muchas charlas de emprendimiento a las que he asistido estos años atrás explicaban el proceso de crecimiento de la caña de bambú japonés. Depositas la semilla y te puedes echar el sueño de los justos pues tardara alrededor de 7 años en que sus raíces estén preparadas para hacerlo despegar “to the moon” (típico vocablo que se usa hoy en día en el mundo de las criptomonedas cuando vienen subidas brutales e inesperadas). Y ¿por qué tarda siete años? sencillo, tiene que tener unas buenas raíces para soportar lo grande que se va a hacer y los vientos o tempestades que lo pueden azotar. Al igual que un buen rascacielos necesita buenos cimientos, el bambú y las relaciones de pareja, también.
¿Será ese carácter japonés el que hace esperar la recompensa en diferido?
Pues es muy posible. Esta claro que no se puede valorar de igual manera, ni el ser humano le da el mismo valor a una recompensa inmediata que no te ha costado esfuerzo conseguir (luego vendrán los inconvenientes y las valoraciones a meses vista como letra del tesoro avalada que cumple fecha de pago) que a una recompensa en diferido por la cual has sudado, te has dejado el alma y te ha supuesto un esfuerzo que tu bien sabes valorar. Al igual que las raíces del bambú, cuando ves crecer las relaciones sobre buenos cimientos te das cuenta de que si, eso se va “to the moon”
Leia en Twitter, mas concretamente el tuit de @andrea_economia con la siguiente descripción de lo que se esta convirtiendo en una nueva normalidad
“No paro de ver mujeres solteras pasando con sus hijos las vacaciones.
Es más, ya veo casi mas mujeres divorciadas que en familia.
No digo que sea malo, evidentemente si no estas bien con tu pareja, adiós.
Pero me preocupa el por qué de tantos divorcios hoy en día … ¿por qué?”
Pues por el coctel molotov mezclado y, en este caso llevando la contraria al gran 007, bien agitado en que se han convertido las relaciones. En lugar de echar unos tragos de alcohol y echar unas risas con el pelotazo que pillas diluyendo los problemas nos ha dado por prenderle fuego, tirarlo todo a tomar por donde la espalda pierde su casto nombre y ver la maravillosa hoguera (ríete tu de las de San Joan en las playas catalanas) que uno solo ha organizado.
Y parece mentira pues, hay ámbitos de la vida personal donde la #paciencia nos demuestra que llegan los logros y, de manera entusiasta como la primera vez que pruebas un bombón de chocolate, te das cuenta de lo que es la felicidad en carne propia y de otra persona. Me viene a la mente cualquier experiencia con un hijo, desde ver como da sus primeros pasos hasta como mantiene el equilibrio en la bicicleta después de largas horas de práctica. Todo funciona y tiene una recompensa de valor incalculable si tenemos #paciencia y damos un poco de tiempo al tiempo.
Ojala nos demos cuenta de esta fórmula de éxito y la aplicamos en otros aspectos de esa misma vida.
Para terminar con la #paciencia (parece, este principio de enunciado un chiste hecho a posta), recuerda, en la ciencia existe la prueba y el error. Dentro del mismo proyecto nadie tira la toalla para acabar el combate mientras existe esperanza de encontrar una solución. Lo vemos en infinidad de casos aunque el mas llamativo puede ser el de Thomas Alba Edison y el descubrimiento de la bombilla.
Su respuesta a la pregunta de un periodista sobre su infinidad de fracasos fue brillante.
“No he fracasado. He encontrado 10.000 maneras que no funcionan”
Prueba - error - posible solución (esta es la formula que lleva a la comprensión)
Quizás no sea necesario llegar a esos extremos tan rotundos como los del señor Edison y sus diez mil intentos pero si que, quizás, deberíamos aplicar un poco de ese bien tan preciado y escaso que es la #PACIENCIA en todas las facetas de nuestras vidas sin buscar una recompensa tan inmediata como evaporadora.
“el que planta un árbol sabiendo que nunca se sentará en su sombra ha empezado a entender el significado de la vida”
Recuerda, todo tiene su tiempo, su momento. Ten fe y sobre todo, ten #PACIENCIA porque
todo lo bueno tarda en llegar
Gracias por leerme. Puedes dejar tu opinión en los comentarios habilitados para ello.
Gracias, gracias y gracias